viernes, 29 de enero de 2010

Arde la ciudad

El calor y yo no nos llevamos bien. Yo lo sufro y a él parece no importarle. Prefiero infinitamente el invierno, pero no viene al caso.

Sin embargo, ante sensaciones térmicas como estas, es imposible negar que tener un novio imaginario es lo más conveniente. Un abrazo de mi novio imaginario no me da calor. Tampoco sus caricias o caminar de la mano.

Sin aire acondicionado y dormir haciendo cucharita... ¡¿estás loco?!

Una vez más, punto para el imaginario.

miércoles, 27 de enero de 2010

Vida de topos

Acabo de renunciar a uno de mis trabajos. Sí, en pleno enero tengo más de un trabajo (y no recibo la remuneración que debería en ninguno de los dos). Si me conociera como me conozco, diría que me gusta sufrir.

En fin, uno podría pensar que voy a tener más tiempo libre y, tal vez, con un poco más de maquillaje y suerte a mi favor, podría convertir a mi novio imaginario en uno real. Sin embargo, salgo de una y me meto en otra. Pronto vuelvo a la vida facultativa y encima tengo otro "laburito" extra, super temporal, para hacer en febrero.

Aún así, no desespero y canto "Yo tengo fe", sacando la lengua como Palito Ortega. Tarde o temprano, por poco o mucho tiempo, un viajecito vacacional me hago, aunque sea a algún charco sobre la ruta.

A esta altura, no le hago asco a nada...

martes, 26 de enero de 2010

Sueño de una noche de verano

Cumpleaños del novio de una amiga. Uno de los amigos de él se me pone a hablar, muy simpático. En ese mismísimo instante, a mi novio imaginario se le da por convertirse en él, adoptar su cara, su voz, su manera de moverse y de hablar. Juega a que es él, para que yo pueda ver "como sería si..."

¡Manía de porquería que tiene! No deja que escape un solo muchacho simpático, que me caiga bien o que me trate decentemente. Hace que vea a todos como posibles candidatos, al menos por un instante. Y el daño ya está hecho. Por más que ni la conversación ni la actitud vayan por los caminos de la seducción, hay algo que ya cambió y me pone incómoda.

Triste. ¿Triste él o triste yo? No hace falta aclarar que ese chico después resulta tener novia, no estar interesado en mi o yo no en él.

...ahora que lo pienso, lo peor es que yo creo en la amistad entre el hombre y la mujer (o al menos lo hacía antes de escribir esto).

sábado, 23 de enero de 2010

Eso que no quería saber

Mientras todos se congratulan por las gracias del Facebook, la cantidad de "amigos" reencontrados o recientemente descubiertos, yo empiezo a sentirme desgraciada por haber entrado a espiar esta tarde.

Mi novio imaginario existe porque no tengo uno de carne y hueso. Entonces, ¿Porqué tenía que entrar a espiar el de aquel filito de hace unos años? ¿Para descubrir que está más lindo ahora que en ese entonces? ¿Para sorprenderme con la aparente nueva onda que adquirió con los años? ¡Maldita sea!

Las ganas de mandarle un sms y recordarle que existo fueron inmediatas, pero me contuve, porque, a diferencia de él, yo estoy mucho peor que en aquel momento y no me animaría a verlo si se le ocurriera invitarme.

¡Maldita sea! ¿Era necesario que inventaran Facebook cuando una está tan sola?

Los griegos y su filosofía

Como si tener a mi novio imaginario no fuera suficiente, también tengo, literalemente, un amor platónico, y, obviamente, sueño con que deje de serlo para convertirse en real.

Me encanta uno de mis profesores. Nunca me pasó. Ni en jardín, ni en el colegio. Me vieje a pasar en la universidad. ¡Es encantador! Super lindo, inteligente, divertido y simpático. Imposible que no caiga bien. Y es joven, no me lleva muchos años.

Pero tiene novia y, además, no dejo de ser sólo una alumna más.

Mi novio imaginario está tranquilo porque sabe que entre mi profesor y él no hay competencia. Entre los dos amores, el de él es más probable.

Caja de pandora

A muchas parejas les gusta disfrazarse y hacer una especie de juego de rol. A mi novio imaginario, también.

A veces es británico y me enamora con su porte al mejor estilo Mr. Darcy y acento ingés. Otras es actor hollywoodense y nos hablamos en inglés, dejando a muchos afuera mientras mantenemos la relación en secreto, para evitar a los paparazzis. Otras es un estudiante de antropología, o arquitectura, divertidísimo y con amigos muy copados.

Obviamente, va variando, al igual que la historia de cómo nos conocimos y todo lo demás (algo que el real jamás podrá hacer; punto para el novio imaginario).

Ahora, con el auge de brazucas en microcentro, se le está dando por ser un garotinho super simpático que se vino de vacaciones y se enamoró de mi. El tema es que, como no se portugués, él tiene que hablar en español. ¡Y no saben lo tierno que suena haciendo el esfuerzo, con esa tonadita cantora!

¡Hola, Doctor!

Hoy fui a mi primer visita ginecológica. Estoy grande para que sea la primera, pero buen, cada uno con sus tiempo.

Cuestión que, cuando llegó el momento de preguntar por mi vida sexual, respondí con total sinceridad:

- No, no tengo sexo.
- ¿Pero tuviste alguna vez? - repreguntó la doctora
- No, no - Contesté, comenzando a incomodarme
- ¿Nunca? - Insistió desconfiada.

¡¡No, NUNCA!! ¡Ya bastante molesto y vergonzoso fue decirlo una vez como para que insista tanto, Doc! ¿Qué pretendía? ¿Una declaración jurada?

Finalmente me mandó a hacer una ecografía, porque claro, al seguir siendo de las pocas que aún no le vieron la cara a Dios, no pudo revisarme en el consultorio.

Al final, tener sólo a mi novio imaginario puede resultar desventajoso.

Vacaciones

Mi novio imaginario está de vacaciones. Le dije que se fuera porque, con tanto que hacer, no tengo tiempo para él.

Es época de vacaciones y descanzo, lo se, pero para mi es la temporada laboral más alta. No porque me dedique al rubro piletas o algo por el estilo, sino por que surgen mil oportunidades y las tomo todas. Y después quedo loca, obviamente.

Igual, en cuanto me acomode, lo llamo para que vuelva. Si hay soledad, que no se note.