jueves, 25 de marzo de 2010

¡Formen fila!

Lo que me gusta de mi relación con mi novio imaginario es que no tengo que remarla. Él me quiere como soy, le gusto, y se acabó. Con el resto, en cambio, tengo que ser simpática, paciente, sacar tema de conversación y sonreír incluso cuando no quiero.

Hay minas que lo tiene sencillisimo. Ni se mueven y tienen un escuadrón de soldados soñando besarlas y acompañarlas hasta el infinito. Yo, mientras tanto, soy la que tiene que estar sirviéndoles café en la sala de espera.

"No existe la amistad entre el hombre y la mujer, salvo que la mina sea un cuco, y no es nuestro caso", me dice en una pausa entre uniformado y uniformado. Sin embargo, yo tengo muchos amigos, aunque vos no tengas ninguno...

miércoles, 24 de marzo de 2010

The cat is under the table

Mucha gente dice recordar su nacimiento, cuando dejaron el chupete o sus primeros pasos. Mi primer recuerdo, en cambio, incluye a mi novio imaginario.

Volviendo del jardín de infantes caminando. Mi madre junto a mis hermanos adelante. Mi novio imaginario y yo, unos pasos más atrás, charlando en inglés. No recuerdo de qué trataban las conversaciones. Sí recuerdo que era siempre en el idioma anglosajón, o al menos esa era la idea, porque obviamente, a los 3 o 4 años, lejos estaba yo de ser bilingüe.

Lo insólito es que hoy, después de más de 18 años, seguimos haciendo lo mismo.

miércoles, 17 de marzo de 2010

El tiempo vuela

Pintando mandalas en el regalo de una amiga confirmé algo que ya venía sospechando: no soy una persona paciente. No soporto tener que esperar. Quiero las cosas para ayer y con aviso previo.

Sé que es contradictorio, teniendo en cuenta que soy impuntual, pero... me incomoda que me hagan esperar. Entonces, pienso, es una ventaja tener a mi novio imaginario. Si lo invito a tomar mate, viene a la brevedad. Si quiero hacer algo, es el primero en prenderse. Y cuando necesito alguien que me consuele, ni siquiera es necesario que lo llame.

Imagino que cuando tenga uno de carne y hueso me costará desacostumbrarme a esta hermosa cualidad que tiene mi novio imaginario. Por lo pronto, saco provecho y pinto el regalo de un pleno negro que decoraré con salpiqué de colores. Mucho más express.

lunes, 15 de marzo de 2010

You've got mail

No se a quién debería agradecer... Dios, Alá, Bhadrakali o el universo. Sea quien sea, me dio algo de lo que yo quería y eso está bueno.

Pasé todo el verano deseando algún tipo de contacto con aquellos hombres que me gustan o me interesaron en algún momento. Y así, sin darme cuenta, a principio de la semana pasada, apareció por msn aquel muchacho con quien salí hace tanto tiempo. Charlamos tonterías y no me invitó a salir, lo que me decepcionó un poco, pero no tanto.

Dos días más tarde, recibo un mail que me sorprendió tanto como me alteró los nervios. El profesor que tanto me enamoró durante el año escribió pidiendo que me comunicara con él lo antes posible. Una sola línea, directo al grano y con sus números de teléfono. Lo llamé, temblando, y me hizo una propuesta laboral.

Todavía no se lo conté a mi novio imaginario. Me da miedo que se ponga celoso.

sábado, 13 de marzo de 2010

Full time

Mi novio imaginario esta enojado. Dice que hago muchas cosas y no le doy bolilla. Dice que si sigo así, voy a terminar internada y encima va a tener que bancarse horarios de visita para verme. Dice que tengo que relajarme un poco y no tomarme todo tan en serio.

Mientras tanto, en mi trabajo todo es locura, me ofrecieron uno nuevo y tengo que anotarme en las materias facultativas. Duermo poco, casi no salgo y apenas veo a mis amistades.

Voy a contramano, y lo entiendo. Mientras el mundo recién empieza a activarse, yo estoy esperando que las cosas se acomoden para tomarme un descanso. Me parece que es hora de comprender que eso no va a suceder.

¡Que ganas de tomarme un año sabático! Bueno, tal vez no tanto tiempo... ¡tengo tantas cosas que hacer!

jueves, 11 de marzo de 2010

Poco, poquito, nada

"Yo no se cómo empezó, sólo sé que sucedió", canta Ricky Martin y hoy saco la frase de contexto y la hago propia. ¿En qué momento me convertí en una persona tan insegura? ¿Fue sucediendo de a poco y sin hacerse notar o hubo un hecho clave que me convirtió en esta persona tan susceptible a comentarios ajenos?

Y, ¿En quién recaería la culpa si fuera a terapia? No digan que en mí, porque eso no es psicología, sino metafísica. Mi madre hoy culpó al primer hombre que me rompió el corazón, allá por jardín de infantes... Puede ser, aunque creo que sólo quiso quitarse responsabilidades.

Por lo pronto, me resulta increíble cuánto me cuesta defenderme y qué fácil me resulta saltar en defensa de otros. Hacer entender que sé lo que hago o que soy capaz de aprenderlo rápidamente, que vale la pena quererme o que mi opinión tiene fundamentos válidos y coherentes, me resulta imposible cuando fueron puestos a prueba.

No me gusta tener que defenderme. No me siento cómoda con la competencia ni con las evaluaciones. Soy lo que soy. Soy como soy. Y punto.

Y en medio de la crisis, mi novio imaginario vino a consolarme. Y yo sólo podía pensar en terminar lo que estaba haciendo, evitar que las lágrimas cayeran sobre el teclado y aguantarme las ganas de hacer catarsis con la única persona a la que no le interesan mis asuntos.

¿Porqué siempre te busco a vos en esos momentos si nunca estás?

El tiempo pasa

Toqué fondo y ahora lo sé. Traté de negarlo varias veces, pero ya es muy evidente. En el momento que me encontré intentando enmascarar mis pestañas mientras el colectivo transitaba una empedrada con más curvas que María Eugenia Ritó, no me quedó otra que admitirlo: soy impuntual.

Si escucho el despertador, lo apago. Si estoy despierta, me cuelgo con televisión, computadora o libro. Si tengo que bañarme, entro tarde a la ducha. Sea como sea, siempre me las arreglo para llegar 5 o 10 minutos más tarde de lo acordado (eso sí, ¡con aviso!).

Me pongo a pensar y creo que la única persona que hasta ahora no me ha tenido que esperar es mi novio imaginario. Aunque sé muy bien que es sólo cuestión de tiempo...

miércoles, 3 de marzo de 2010

La curiosidad mató al gato

Tengo dos hermanos mayores, ambos oficialmente solteros. Me pregunto si ellos también tendrán novias imaginarias. Si es así, me pregunto si este trío de cuñados imaginarios se conoce entre sí.

No entiendo nada de física cuántica, pero creo que habla de realidades paralelas, ¿no?

Me pregunto qué hacemos mi novio imaginario y yo en esas otras realidades. ¿Seré ahí yo la imaginaria y él el de carne y hueso?

lunes, 1 de marzo de 2010

Factor 60

Un par de años atrás un jóven se compadecía de la piel sensible de una de mis amigas que, según él, no soportaba el agua del mar. Nosotras aún hoy nos reímos de su inocencia. Cada uno de los poros de las piernas de mi amiga habían reaccionado violenta e irasciblemente a la acción de la maquinita de afeitar.

Anoche recordé ese momento y por primera vez no me reí. Nunca me había sucedido antes, pero mientras me bañaba y quitaba esos no tan bellos vellos de mis extremidades inferiores, la sensibilidad de mi piel se hizo presente.

¿La falta de sol puede debilitar la dermis? Mi cuerpo no recibe luz natural desde aquel verano y mi pierna nunca sufrió tantos cortes en su vida. No importó el delicado cuidado que puse luego del primer y segundo corte.

Quise consultarlo con mi novio imaginario, pero desistí. Seguro se me ríe en la cara y ya demasiado duelen las piernas como para que también lastimen mi orgullo.