jueves, 11 de marzo de 2010

Poco, poquito, nada

"Yo no se cómo empezó, sólo sé que sucedió", canta Ricky Martin y hoy saco la frase de contexto y la hago propia. ¿En qué momento me convertí en una persona tan insegura? ¿Fue sucediendo de a poco y sin hacerse notar o hubo un hecho clave que me convirtió en esta persona tan susceptible a comentarios ajenos?

Y, ¿En quién recaería la culpa si fuera a terapia? No digan que en mí, porque eso no es psicología, sino metafísica. Mi madre hoy culpó al primer hombre que me rompió el corazón, allá por jardín de infantes... Puede ser, aunque creo que sólo quiso quitarse responsabilidades.

Por lo pronto, me resulta increíble cuánto me cuesta defenderme y qué fácil me resulta saltar en defensa de otros. Hacer entender que sé lo que hago o que soy capaz de aprenderlo rápidamente, que vale la pena quererme o que mi opinión tiene fundamentos válidos y coherentes, me resulta imposible cuando fueron puestos a prueba.

No me gusta tener que defenderme. No me siento cómoda con la competencia ni con las evaluaciones. Soy lo que soy. Soy como soy. Y punto.

Y en medio de la crisis, mi novio imaginario vino a consolarme. Y yo sólo podía pensar en terminar lo que estaba haciendo, evitar que las lágrimas cayeran sobre el teclado y aguantarme las ganas de hacer catarsis con la única persona a la que no le interesan mis asuntos.

¿Porqué siempre te busco a vos en esos momentos si nunca estás?

5 comentarios:

  1. uhhhhhhhhh si supieras como te entiendo!
    A mi tambien me paso siempre eso, e hice terapia, y no se sobre quien recayo la culpa, solo se que una parte de mi es mas segura y la otra sigue siendo igual de insegura q fue siempre jajajaja
    besotes!

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  2. Vea niña, continuamente hay que rearmarse y reconstruirse.

    No conozco otra forma.


    Besos.

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  3. argh, pero si hay uno menos real que el imaginario, es momento de sacar una conclusión. digo yo, que jamás saco buenas conclusiones a tiempo, eh.

    ah, por cierto, la culpa es del que le dio de comer, andá a sacarme eso de la cabeza.

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  4. Bueno, las inseguridades son normales. Todas tenemos. Pero bueno hay que intentar tener confianza en uno mismo. No es culpa de nadie, supongo.

    Un beso

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