martes, 9 de febrero de 2010

And the winner is...

Ahora que se vienen los Oscar y mi novio imaginario y yo estamos nominados, no paramos de dar entrevistas. Obvio que por separado. No queremos que nuestra vida personal se mezcle con la profesional.

Cuando tenemos tiempo, practicamos el momento de la premiación. Cara de sorpresa, beso efusivo o abrazo desesperado. A veces, ambos. Discurso de agradecimiento, entre nerviosismo y manos temblorosas, el premio en alza y bajar del escenario.

Mi parte favorita es la espera del resultado. Tomados fuertemente de la mano, tratando de disimular la tensión. La de él, en cambio, son los cameos que nos agarran desprevenidos mientras nos reímos o me está hablando en secreto. Dice que es por la espontaneidad que reflejan, pero estoy segura que es sólo su parte frívola asomándose.

No me molesta. ¿Quién dijo que un novio imaginario no puede ser superficial de vez en cuando?

3 comentarios:

  1. te followeo. Muy entretenido el blog. Gustó, gustó.

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  2. Ah pero está perfecto, a parte tu novio imaginario la tiene re clara, y tiene cierto estilo de cholulaje que simpatiza...El mio se pone idiota cuando las cámaras nos siguen (?)

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  3. Nadie es perfecto, siquiera los novios imaginarios.

    Sé buena, quita esa verficación de la palabra. ¿Sí?

    Besos.

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